Celulares, notebooks, tablets o monopatines eléctricos las utilizan. Aunque son muy seguras, pocos usuarios advierten el riesgo de comprar las de baja calidad o no hacer un mantenimiento adecuado.
Para muchos usuarios, los incidentes por explosiones de baterías parecen ajenos y escasos, y en cierta medida lo son. Sin embargo, muchos olvidan que la forma en la que se manipulan las baterías es lo que puede generar algunos de los problemas que vemos en las noticias.
Las baterías de litio hicieron que la vida se volviera inalámbrica y están presentes en más dispositivos de los que creemos. Actualmente son el corazón de smartphones, cámaras de fotos, notebooks, tablets, auriculares inalámbricos, monopatines, bicicletas y autos eléctricos, cigarrillos electrónicos, consolas portátiles, linternas, aspiradoras, smartwatch, afeitadoras o cepillos de dientes. En resumen, están presentes en cualquier dispositivo que requiere una carga y se use sin cables.
¿POR QUÉ SE USAN BATERÍAS DE LITIO?
Porque permiten una carga más rápida, tienen larga duración y mejor potencia que otras baterías. También pueden ser más livianas y pequeñas y se adaptan con más facilidad a opciones de carga inteligente.
A pesar de sus grandes ventajas se han reportado varios problemas relacionados a sobrecalentamiento y explosiones, lo que lleva a una pregunta inevitable ¿son peligrosas? La respuesta la dio el ingeniero experto en baterías Ken Boyce al sitio Gizmodo: “La posibilidad de que un gadget con batería Li-ion explote es de una en 10 millones. Existen miles de millones de estas baterías en el mundo y son bastante seguras”.
¿POR QUÉ PUEDEN EXPLOTAR?
A pesar de su bajo riesgo, las baterías de litio pueden “explotar” por varias razones: baja o mala calidad, manipulación incorrecta o falla técnica.
La mayoría de las veces los incidentes se producen por lo que se conoce como “falla térmica”, que es cuando una batería se sobrecalienta, se hincha y en casos extremos sus células arden.
Este tipo de falla se produce por cortocircuitos generados por defectos en la manufactura, por partículas de polvo en sus conexiones, por daños provocados por el uso constante, por mala manipulación o cargado incorrecto.
Guillermo Freund, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) y presidente del Centro Tecnológico Metalúrgico (CETEM) advierte sobre el tema: “Permanentemente vemos equipos que tienen fallas, baja calidad y que no pasaron por ningún control que evalúe la construcción de la batería ni su correcto funcionamiento. Esto suele estar motivado por la presión sobre los costos y la ausencia de normas”.
FUENTE: https://www.losandes.com.ar/muy-tecno