En un mundo cada vez más globalizado e interconectado gracias a Internet, es normal que las culturas y tradiciones se expandan y entremezclen. Si con el paso de los años, tradiciones como Halloween han llegado para quedarse, el Black friday o viernes negro no iba a ser menos. Todos sabemos en qué consiste, pero sabes de dónde viene y qué prácticas poco éticas se utilizan. Unos consejos para no dejarse llevar por la vorágine de las ofertas y salir airoso de ello nunca vienen mal.
Black friday:
Un poco de Historia:
Lo primero, como muchos ya sabes no tiene un día exacto del año para su celebración, si no que este viene dado por cuando cae “acción de gracias”. Esta festividad americana que todos conocemos gracias a las películas y series se celebra el último jueves del mes de noviembre (como dato curioso en Canadá es el segundo lunes de octubre). Así, el viernes negro se llevará a cabo al día siguiente.
Aunque este término se ha adaptado con el paso de los años a ofertas tecnológicas primero, y ofertas de todo tipo después, originalmente se acuñó en Filadelfia. Este término surgió para designar al día con un tráfico más denso y poco fluido debido al traslado de gente que se había desplazado para pasar la festividad con amigos y familiares. Se data este en 1961 y se atribuye a los agentes de policía.
Otra explicación que se da a este día, es el paso de “números rojos” a saldo positivo en el banco. Es decir, pasaban a estar en números negros gracias a las ingentes ventas de ese día. Esta es la historia que mejor cuadra, hoy día, con la celebración de este día de ofertas.
Consejos para no dejarse llevar por la locura:
Haz un seguimiento de aquello que quieras comprar con anterioridad. No siempre se realizan buenas prácticas empresariales y hay empresas que suben los precios unos meses o semanas antes, para al volver a bajarlos dar sensación de oferta.
No te dejes llevar por la emoción del precio de un artículo. A veces los gastos de envío pueden suponer que el producto sea más caro que comprarlo cerca de casa. Y no suelen llevar instalación. Este punto es importante, pues es un valor añadido que se suele pasar por alto.
Busca lugares que te financien la compra sin intereses o que te ofrezcan garantías de producto adicionales.
Asegurate de que es lo que necesitas y que va a satisfacer tus necesidades. Dejarse asesorar por un experto es otro valor añadido.