La lana es uno de los tejidos más comunes en la confección de nuestras prendas favoritas, pero a su vez es una fibra natural muy frágil y delicada que requiere precauciones de mantenimiento. Consultar los símbolos con las indicaciones específicas de cada prenda pueden ayudarte a saber cómo lavar lana en la lavadora.
Es importante saber que, a través de cada lavado, tratamos de desapelmazar la lana y devolverle su tacto mullido y esponjoso para disfrutar de su suavidad en el día a día. Toma nota de nuestros 5 consejos para cuidar las prendas de lana y hacer que duren mucho más tiempo.
EL FALSO MITO DE QUE NO SE PUEDE LAVAR LANA EN LA LAVADORA
No es necesario lavar a mano una prenda de lana. Aunque la mayoría de las prendas prohíban en sus símbolos usar lavadora e indiquen que es recomendable lavarlas únicamente a mano y con agua fría, tenés que saber que existen programas especiales muy respetuosos con el tejido. Por el contrario, cuando lavamos las prendas a mano, tendemos a tratarlas de manera más agresiva, pues las escurrimos y las frotamos demasiado fuerte. Así, si elegimos el programa adecuado en la lavadora, la lana se lava con delicadeza y se centrifuga lo suficiente como para que no surjan problemas durante el secado. Sumado a esto, si después usamos una secadora con bomba de calor que retire la humedad de la prenda a una temperatura suave, el cuidado está asegurado.
ELIGE LA TEMPERATURA ADECUADA PARA TUS PRENDAS DE LANA EN LA LAVADORA
Hoy en día, todas las lavadoras están equipadas con programas para prendas delicadas o ropa de lana. Suelen ser modos de lavado con la temperatura muy baja. Sin embargo, debes tener cuidado y no lavar nunca tus prendas de lana a más de 30°. Presta especial atención también a la velocidad del centrifugado. Por encima de 800 revoluciones por minuto, existe más riesgo de que tus prendas se estropeen.
LIMITA EL USO DE SUAVIZANTE
Como la lana es un tejido suave y frágil, no conviene sobrecargarla con productos químicos limpiadores, blanqueadores y suavizantes. Lo ideal es utilizar únicamente un detergente suave, que será suficiente para desapelmazar la lana y devolverle el buen olor, así como el tacto suave y esponjoso que la caracteriza hasta el siguiente lavado. Olvida también el uso de productos anti manchas y blanqueadores clásicos. Estos últimos dañarían la lana y no conseguirían quitar las manchas.
CÓMO SECAR UNA PRENDA DE LANA
Es importante prestar atención al tipo de secadora que tenemos, ya que si es demasiado agresiva y el aire está muy caliente puede dañar definitivamente el tejido y la prenda se estropeará para siempre.
Si no dispones de secadora, lo primero que debes hacer nada más sacar las prendas de lana de la lavadora es envolverlas en una toalla de algodón y hacerlas rodar con cuidado. De esta manera, la prenda va perdiendo el agua y puede colocarse después en horizontal para terminar de secarse.
TENÉ ESPECIAL CUIDADO AL GUARDAR LAS PRENDAS
Si el lavado y el secado son etapas fundamentales, no lo es menos su almacenamiento. A las prendas de lana no les gusta pasar demasiado tiempo colgadas de una percha cuyos ángulos determinen su forma. Es mejor dejar que se aireen y doblarlas con cuidado en el armario o los cajones para evitar roces.
Prolongar la duración de una prenda de lana sin renunciar a lavarla con regularidad requiere prudencia y mucho cuidado. El uso de buen electrodoméstico marcará la diferencia para que no se estropeen las fibras, los colores y las texturas de tu ropa.