SERVICIO TÉCNICO TRIVIÑO
Agua caliente, ¿sí o no?
El agua caliente favorece que las prendas pierdan su color original, por lo que es aconsejable lavar con agua tibia o agua fría (alrededor de los 30 grados) y evitar temperaturas altas siempre que las prendas no estén muy sucias.
Algo diferente es el caso de la ropa blanca, que, por lo general, se debería lavar a altas temperaturas. En este caso, la etiqueta cobra una importancia vital, puesto que si son 100 % algodón con estos programas podrían encoger. Los expertos recuerdan: se pueden obtener buenos resultados sin pasar de los 30 grados. «Es importante tener en cuenta que la etiqueta de las prendas indica la temperatura máxima soportada por la prenda y esta no tiene porque ser siempre la temperatura adecuada».